Ratko Mladić, nacido el 12 de marzo de 1942 en Božanovići (actual Bosnia y Herzegovina), fue el Jefe de Estado Mayor del Ejército de la República Srpska (VRS) durante la Guerra de Bosnia, entre 1992 y 1995. Nacido durante la Segunda Guerra Mundial, fue criado en un ambiente bélico y de sentimiento nacionalista. Hombre de fuerte personalidad, influida por el asesinato de su padre durante el conflicto mundial y el suicidio de su hija de 23 años en 1994, se incorporó muy joven al Ejército Popular Yugoslavo, y su carrera en el mismo fue meteórica.
En 1996, junto con otros líderes serbobosnios, fue acusado de crímenes de guerra y genocidio por el Tribunal Penal Internacional para la ex Yugoslavia (TPIY) en La Haya, por el asedio a Sarajevo en el cual murieron 10.000 personas, y por la masacre de 8.100 hombres y niños bosníacos el 11 de julio de 1995 en Srebrenica, el mayor genocidio cometido en Europa desde la Segunda Guerra Mundial. Sobre él pesa una orden de arresto internacional, según la Regla 61 del TPIY, que concluyó que hay motivos suficientes para creer que el acusado ha cometido dichos crímenes, incluyendo genocidio. El gobierno de los Estados Unidos ofreció una recompensa de 5 millones de dólares por su localización, así como la de Radovan Karadžić, que fue detenido el 21 de julio de 2008 en Belgrado.
Según informaciones aparecidas en 2006, tras la guerra de Bosnia vivió en un suburbio de clase alta de Belgrado, protegido por Slobodan Milošević, y en instalaciones militares hasta junio de 2002, en que se le permitió escapar y se le perdió la pista. Su captura y entrega al tribunal fue una de las condiciones que puso la Unión Europea para el acceso de Serbia a la misma, cuyo acuerdo de asociación fue bloqueado por el veto de los Países Bajos.
Referencias: Alberto Rojas nos muestra el libro de Drakulic: "No matarían ni una mosca"
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